El día de ayer, por la noche, el programa Cuarto Poder reveló que la congresista Elsa Canchaya de Unidad Nacional había cometido una falta al contratar a su supuesta empleada doméstica como asesora en su despacho congresal. La señorita Jackeline Simón, ex asesora de Canchaya, tenía sólo secundaria completa y cursaba el primer año de estudios en un instituto de enfermería.
Este embrollo político explotó hoy en la mañana, cuando la prensa comenzó a asediar a la congresista en búsqueda de explicaciones, mientras que ella intentaba esquivar las preguntas dando respuestas vagas, amparándose que el Congreso determina que un asesor - ¿? - puede ganar una cierta cantidad remunerativa - ¿¿?? - si es que el candidato no ha terminado los estudios superiores - ¡¡¿¿??!! -.
Canchaya defendía a Simón aduciendo que estaba bien entrenada porque ella misma la había preparado para el cargo durante tres años.
Esto motivó que el Congreso diera una conferencia de prensa para informar sobre el caso de manera oficial y pedir las explicaciones respectivas a Canchaya, quien en ningún momento negó su culpa.
La congresista se presentó voluntariamente ante los organismos fiscalizadores pertinentes para presentar su versión de los hechos, pero todo indica que su caso será llevado a la Comisión de Ética, que preside su compañero de bancada Luis Galarreta, quien ha dicho que si encuentra dolo en este embrollo, Canchaya será sancionada con 120 días de suspensión sin goce de haber.
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Foto tomada de la página web del Congreso.
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